Hacer un resumen sobre la película Metrópolis resulta sumamente complejo, ya que el film deja grandes rastros de información; algunas obvias y tangibles, otras no tanto. Cuando me refiero al “no tanto”, hay que hacer gala de utilizar otros recursos apelables a cierto conocimiento.
¿Qué quiero decir con esto?. La trama de la película esta enmarcada principalmente en el conflicto social, patronal, tecnológico, etc. Pero este no es un film cualquiera –desde mi humilde punto de vista- más allá de su claro trasfondo político. La película esta impregnada de sutilezas y simbolismos. Finamente guionada por Thea von Harbou y magistralmente llevada a la pantalla grande por Fritz Lang; Metrópolis tiene una profunda complejidad. Es vasta y rica en contenido y apela al juego inteligente, al que los entendidos pueden descifrar. Y aquí es donde se esconde el gran mal, pero también la gran esperanza, la cual es el engranaje central que hace girar la trama. La película muestra un plano netamente social, moral y político, pero su faceta atractiva también gira en lo teológico o metafísico.
La crítica al capitalismo es muy clara. La despersonalización del individuo transformado en un autómata, es el fiel reflejo del capitalismo explotador y tirano en su peor faceta. Desde la revolución industrial, el hombre vivió anclado a la lúgubre vida de la ciudad; la “Metrópolis” fabril esclavizante y no natural. El hombre fue arraigado del campo; máxima expresión del sustento natural e individual, la misma esencia del mismo. El artesano, el agricultor, arrendado de sus tierras, se convirtió lisa y llanamente en un esclavo.
Las “profundidades” donde trabajan los obreros en la película, es la representación perfecta de la fatiga, la desmoralización, la ruina espiritual, física y psíquica del trabajador; no solo como objeto dinámico en la producción laboral, sino también como núcleo familiar. La familia nexo genuino y vital; que es representada en los pobres niños de los obreros, los cuales también son símbolo del futuro tal como lo quiere representar el director de la película.
Maria (Brigitte Helm) encarna la bondad, la comprensión, la compasión. Desde un punto de vista religioso, muchos la tomaran como la representación de “Maria”, la madre de Jesús, la conciliadora entre hombres y Dios (hablo estrictamente desde el prisma netamente católico –no es mi propia óptica-).
Cuando aparece por primera vez con los niños en la plaza frente a Freder (Gustav Frölich), el mensaje es muy claro desde lo político y es una amplia bofetada al marxismo. Cuando Maria les dice a los niños “ - ¡Mirad! - ¡Esos son vuestros hermanos! –“ señalando a Freder y a las damas bien vestidas que estaban con el; simboliza la hermandad que debe haber entre las clases. Clara oposición a la “Lucha de Clases”, condición sine qua non del socialismo marxista.
Freder, el hijo de Fredersen (Alfred Abel), es también la representación del amor y la comprensión. Mostrado también como una fiel alegoría a lo que seria el “mediador”, Freder representa a Jesús. En términos teológicos, el gran mediador de los hombres es “Cristo”, “el que ha de venir”, el redentor y salvador de nuestras almas y también el consumador de la ira de Dios contra los malvados opresores de los justos y pobres durante su segunda llegada. Es la representación del orden y de la equidad de los pueblos
Maria les dice a los obreros que deben esperar y tener fe en la llegada del mediador (su interpretación debe basarse tanto en lo religioso como en lo político. En un contexto político, podemos decir que es el fiel expresionismo de la misma Alemania de esos años. Una Alemania de posguerra devastada por las fuertes cláusulas que le habían sido impuestas en el tratado de Versalles (1919). Altas tasas de desempleo, empleos esclavizantes y enormes deudas e inflación, necesitaban de un líder que pusiera orden a las cosas. Pocos años después surgiría democráticamente en el poder el nacionalsocialismo alemán – del cual no voy a debatir ni emitir opinión -).
En una parte del film, aparece el señor Fredersen (del cual ya hablare), despide a su ayudante Josaphat sin ningún miramiento. Freder interpela a su padre “ - ¿no sabes lo que significa ser despedido por ti? – Significa hundirse, hundirse hacia el subsuelo - “. Palabras llenas de contenido. Hoy, aun en la actualidad, perder el empleo es hundirse en las profundidades de la desesperación; de la miseria misma. Es perder la dignidad, ya que el trabajo edifica y dignifica.
El simbolismo propio de la triste situación son las “catacumbas”, que estaban más abajo del subsuelo. Pero en estas, estaba indeleble la fuerza inexplicable de la fé y la esperanza; que se halla ahí, en lo más profundo de esas frías y oscuras cuevas representado en las cruces y el pulpito. El subsuelo, las cuevas, son el escondite del proscripto. La misma proscripción que acaeció a los primeros cristianos y a los esenios, y que tal suerte correrán los verdaderos creyentes durante los últimos días cuando se consolide el gobierno mundial ateo y materialista.
En un trayecto de película, vemos a Freder escuchando un mensaje en una iglesia. El mensaje es claro y directo. Es un mensaje de Apocalipsis 17:03
“ - y vi a una mujer sentada sobre una bestia escarlata llena de nombres de blasfemia, la cual tenia siete cabezas… La mujer estaba vestida de púrpura y escarlata y tenia en su mano una copa de oro. Sobre su frente llevaba escrito un nombre, un misterio, Babilonia la Grande, la madre de todas las abominaciones de la tierra..-“
Esto es simbología estrictamente bíblica y aca no me voy a explayar ya que es un tema de estudio muy largo y complejo (no soy teólogo, pero si conozco algo del tema). En un segmento de la película, aparece un fragmento subtitulado “- En verdad os digo que los días del Apocalipsis están cerca –“. Frase a menudo tomada como sentenciosa, pero que es un bálsamo de esperanza para los creyentes (como esos obreros de la película).
Ahora hablaremos de Hel, el robot que encarna a Maria. El robot tiene su claro papel de engañador, “es un lobo vestido de cordero”. Los exegetas lo interpretarían como la representación del “falso Mesías”, un impostor. Oculta su verdadera identidad bajo un disfraz, “tiene apariencia de piedad, pero con sus hechos niega la eficacia de la misma”.
Pronto empieza a mostrar realmente cual es su esencia. Maria Robot es la personificación del mal; la lujuria, engañando y seduciendo a los hombres del mundo, pervirtiendo las mentes y sembrando los siete pecados capitales.
El robot en el plano político es la personificación del comisario político; del líder sindical netamente marxista. Intenta conciliar a los obreros incitándolos a la revuelta. Simboliza la máxima del marxismo “Proletariados del mundo uníos”. Busca la destrucción de los medios de producción y por ende ataca al corazón mismo del empresariado, debilitando a una nación.
La personificación de Rotwang es muy significativa; y digo muy significativa ya que este es el personaje mas siniestro; el que se maneja en lo oculto, moviendo los hilos tras bambalinas (sigue y observa todos los pasos de los obreros y jamás se deja ver por ellos. Solo se descubre cuando se desenmascaran sus planes sobre el desenlace de la película).
Tiene un doble discurso ya que engaña a Fredersen teniendo sus propias metas. Simula complicidad y buena relación con Fredersen (el empresario), pero oculta su fachada de conspirador. Creador del robot Hel, el cual también oculta su verdadera identidad con el disfraz de Maria, como representación de lo justo y de lo bueno.
Desde la perspectiva mesiánica y de fé, podemos afirmar que “Rotwang” esta acabado. Su fin es la fiel representación de la lucha final entre el bien y el mal, en la cual el bien prevalecerá luego del fin de los tiempos.
Como inspiración política, cuando se descubre la malignidad de Rotwang; este instintivamente huye. Es el claro destino inherente de los cobardes. Su seguridad se mantiene siempre indómita gracias a su carácter subrepticio.
Según mi punto de vista, Rotwang es la imagen del complotador, del financista; del que mueve los hilos de la revolución. Huye cual cobarde que es, análogamente como los bancos, los cuales pergeñan engaño sometiendo a la clase empresaria a su arbitrio y por ende a toda la clase obrera. Mueven los hilos económicos de un país.
Fredersen es el empresario, al cual se lo muestra como frió e impetuoso. Los empresarios como sabemos (y sobre todo aca en Argentina lamentablemente), muchos son deshonestos, explotadores y ventajeros. Creo que Fritz Lang quiso mostrar de forma inteligente, cuan poco contemplativo e inhumano puede ser el empresario siguiendo sus propios o infundados criterios de grandeza.
El empresario movido por el cruel hilo del capitalismo y el libre mercado es victima de su propia codicia, pero también esta muy influenciado por los parásitos apatridas que solo buscan su propio beneficio a costa del propio empresario al que financian, aniquilando así la maquinaria productiva de un país.
Llegando a la parte final de la película, podemos ver todo el caos y descontrol que genera la revolución que lleva a cabo Hel o el robot Maria. Grot el delegado de los trabajadores es el individuo que se da cuenta que dañar los medios de producción va en detrimento de su futuro. De hecho, se percata del destino de los niños (símbolo del futuro), los cuales se hallaban en el subsuelo, anegados por torrentes de agua (simbolizando la destrucción).
En síntesis; la revolución aniquila los cimientos económicos de la nación, engaña al obrero con falsas teorías de reivindicación y libertad oponiendo al empleador, el cual a su vez también es títere del financista parásito y ventajero, que posee sus propias metas y ambiciones.
La quema en la hoguera del robot es muy simbólica, porque una vez descubierta la fechoría y la maldad, la verdad se muestra así de cruda y por si misma, a la vista de todos. Bíblicamente es la consumación del mal en su definitivo destino. Es la representación del castigo divino por fuego al malvado.
En lo politico, es la persecución y ejecución posterior cuando se halla un engaño y se pretende hacer justicia.
El desenlace deja a las claras la intencionalidad política que conlleva la película. Cuando se encuentran Grot y Fredersen, la tirantes entre ambos aún es manifiesta. Ambos conocen quién fue el culpable de sus destinos, pero aun así hay cierto recelo y desconfianza. Esta fue, es y va ser siempre una verdad ineludible. Desde los albores de los tiempos, el hombre con cierto poder económico, siempre a sido seducido por la codicia y la maldad. Es el materialismo desmedido el padre de todos los males.
El mediador entre el cerebro (el empresario) y las manos (la clase trabajadora) ha de ser el corazón (el amor, la compasión). Sea nuestro salvador Jesucristo o un gran político de carne y huesos, el interrogante esta ahí para quién prefiera lo uno o lo otro. Yo personalmente me inclino por el primero, que es la fuente de “toda razón y justicia” y la consumación de toda la fatalidad existencial del ser humano.
Freder es el mediador entre las partes. Es el enviado, tanto sea político como mesiánico para auxiliar las partes. Vealo como ud. prefiera verlo parece ser la consigna.
Metrópolis es profunda; mucho más de lo que aparenta y es para reflexionar seriamente.
Interesante análisis, aunque creo que estás omitiendo lo más importante: tus premisas llevan a una conclusión que sugerís pero no decís directamente.
ResponderEliminarLa película es en sí misma una pieza de propaganda. Políticamente ataca al capitalismo y al comunismo, dejando entrever una tercera posición, que en esos tiempos no podía ser otra cosa que el facismo.
A todo esto, el film se complementa con un cierto toque religioso. Los facistas no respetaron los valores cristianos, pero siempre que les convino se declararon "soldados de la fe", y en todo caso, la Iglesia simpatizaba con ellos simplemente porque eran anti-comunistas.
De manera que se hace apología del facismo al mismo tiempo que se adorna con ciertos toques católicos. Empero, la parte religiosa del film es oscura, ya que tanto la tipología cristológica como la teología elemental se ofrecen distorsionadas, mezlcadas con propaganda política fascista, y cuando no, con falsedades católicas.
Es que la historia de la Torre de Babel narra la rebelión del Hombre contra Dios, pero en la película el Hombre ya es un Semi-Dios, y el problema no es la Salvación de su alma sino el acuerdo social. No puede ser cristiano un mensaje así.
Y por otro lado, la Gran Ramera del Apocalipsis no es otra que la propia Iglesia Católica, cabalgando sobre el Imperio Romano, asentado sobre las siete colinas. Irónico entonces, que se pretenda dar a esta mala mujer un cáracter diferente al que tiene en verdad, para no ofender a amigos del poder.
Por lo demás, buena película, tecnicamente impecable, buenas actuaciones en general, excepto por algún que otro exceso propio del cine mudo.
Saludos estimado.
EXCELENTE ANALISIS, VI LA PELICULA Y ME PARECEN MUY
EliminarACERTADAS LAS VARIABLES QUE CONTIENE. SI SE MIRA SUPERFICIALMENTE PARECE UN GROTESCO PERO EN PROFUNDIDAD CONLLEVA EL SENTIDO POLITICO Y RELIGIOSO QUE DESCRIBES. GRACIAS
El cuarto renglón termina con la aseveración "...con falsedades católicas." ¿A qué falsedades católicas te refieres?
ResponderEliminarSaludos